¿Sabes cuáles son tus valores? ¿Estás viviendo de acuerdo con ellos, o quizá tienes la sensación de dejarte arrastrar por la vida, sin rumbo ni sentido? En este post te cuento qué son los valores personales y cómo se relacionan con tu bienestar. También te enseño cómo puedes potenciarlos en tu vida.
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¿Qué es eso de los valores personales?
Los valores personales no son ni más ni menos que aquello que es importante para nosotros en el día a día. Vendrían a ser el motor de nuestra vida; eso que nos llena de energía y nos empuja a levantarnos cada mañana con propósito y vitalidad.
Aquí no nos referimos a valores en un sentido ético o moral, sino a aquello que va acorde conmigo, que encaja con lo que soy. En definitiva, lo que es valioso para mí. Vemos, por lo tanto, cómo están profundamente ligados a nuestra identidad.
De valores personales los hay de todos los colores y para todo tipo de personas. Por nombrar algunos de ellos, existe la familia, la libertad, el conocimiento, el amor, el liderazgo, la espiritualidad, el poder, el sentido del humor, la salud, etc.
Éstos no son estáticos ni rígidos, sino que pueden ir variando a lo largo de las distintas etapas vitales. De esta manera, puede ser muy útil revisarlos cada cierto tiempo.
En el caso de que no tengas del todo claro cuáles son los valores que guían tu vida a día de hoy, haz click aquí. Encontrarás un ejercicio que te ayudará en ello.
¿Por qué son importantes los valores personales?
Los valores nos conectan con nuestras necesidades, con lo cual merece la pena dedicarles la atención suficiente. Si vivimos ajenos a nuestros valores, probablemente sentiremos un cierto vacío. Nuestros días adquirirán un tono descafeinado.
Como dice el Dr. Steven Hayes, creador de la Terapia de Aceptación y Compromiso, «la desconexión de los valores que son verdaderamente importantes para nosotros es una de las mayores causas de malestar psicológico». Y es que, si la situación se alarga en el tiempo, tarde o temprano empezarán a manifestarse señales de alarma en forma de síntomas: abatimiento, cansancio, tensiones musculares, preocupaciones, insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, …
Pero, ¡ojo! Vigila con etiquetar estos síntomas como tus peores enemigos. En realidad, te están avisando de que algo no va bien, de que algo debe cambiar. Visto así, se convierten en tus mejores aliados, ¿no crees?
¿Cómo puedo acercarme a mis valores?
Una vez tengas identificados tus valores, te puedes estar preguntando qué hacer con todo esto. Pues bien, a los valores hay que alimentarlos, y esto se hace ni más ni menos que con acción. Y acción requiere tiempo.
Supongamos un caso. Para Juana es esencial el valor de la familia, y sin embargo, casi cada día se queda haciendo horas extra en el trabajo ante la presión de su jefe. Esto le conduce a no poder pasar con sus hijos el tiempo que le gustaría. A duras penas puede verlos un rato por la tarde-noche.
Juana está actuando de manera incongruente con su valor primordial, y eso le lleva a sentir una gran angustia y malestar. Tal vez necesite poner límites a su superior, o directamente ponerse en marcha para encontrar un trabajo mejor que le permita vivir en congruencia con su necesidad de atención a su familia, que es lo que más le reconforta en este momento de su vida.
Dedicar tiempo a lo que más nos importa es fundamental para estar conectados con nuestros valores. Puedes empezar por pensar qué pequeñas acciones pueden cultivar tus valores principales, y cómo introducirlas en tu día a día.
Vida solo hay una. ¡Tú elijes tu manera de estar en el mundo!
Si necesitas ayuda a la hora de poner orden y dirección a tu vida, te puedo acompañar como psicoterapeuta de adultos en Sabadell. Ponte en contacto con mi consulta y te atenderé de forma personalizada.
- Fundadora de Koena Psicologia
- Psicóloga sanitaria infantojuvenil y de adultos
- Colegiada Núm. 26.545 (COPC)